Cuando se trata de alcanzar grandes velocidades, enfrentar grandes riesgos y desafiar todas las leyes de la física con solo un deporte, estamos en presencia del motociclismo de velocidad. Este deporte es relativamente nuevo, aunque en realidad se desarrolla prácticamente desde la invención propia de las motocicletas como un medio de transporte, pues las primeras competencias datan desde incluso antes del siglo XX. Este deporte es una de las miles de modalidades que existen dentro del motociclismo, siendo de las más populares y conocidas a nivel mundial. Consiste en conducir un motor a altas velocidades por una pista pavimentada, y las competencias suelen relacionar tanto velocidad como tiempo, pues en algunas ocasiones se trata de recorrer todo lo que sea posible en un tiempo establecido, y en otras se establece la distancia a recorrer y gana el menor tiempo.
Cualquiera sea el caso, lo cierto es que la emoción es siempre la misma, pues las velocidades que se pueden alcanzar en las competencias de alto nivel son impresionantes. Uno de los aspectos más importantes a la hora de correr una carrera de motos, es precisamente el vehículo, que varía según la competencia específica, pues puede ser diseñado especialmente para ella, o tan solo ser una motocicleta deportiva de alto rendimiento. Las mejores motos para este tipo de eventos son las que reúnan características como el peso ligero, alta estabilidad, alta velocidad, frenado veloz.
Son muchas las competencias que se realizan vinculadas a esta modalidad, y una de las más prestigiosas es el Campeonato Mundial de Motociclismo de Velocidad, que nació en 1949 y en la actualidad es el más popular, donde han participado y participan las estrellas que son noticia en el motociclismo internacional.